¿Te ha pasado que cuando llega la hora de inscribirte o re-inscribirte en la universidad no tienes ni idea de cuántas materias puedes cursar? Sí. A todos. Esto es debido a muchos factores. El primero son los requisitos de las materias, ya que algunas no la podemos tomar sin haber tomado otras, lo que nos lleva a tener que tomar pocas materias en ese cuatrimestre. Lo segundo es el factor trabajo. Salir del trabajo a las 6:00 e ir seguido a la universidad no es una tarea fácil. Sin embargo, hay algo que puedes hacer antes de embarcarte en el muelle del estrés y del desasosiego.
Primero que todo, no te ahogues en querer terminar la universidad rápidamente. Muchas personas quieren acabar su licenciatura en 4 años o menos, y con pensar de que podrían durar 5 años o más ya es motivo de desesperación. Pero graduarse de una vez no es sinónimo de aprendizaje ni de adquisición de conocimiento. Aprender, poco a poco, con dos o tres materias por cuatrimestre, no es nada negativo si llevas una vida laboral muy intensa. Míralo del lado positivo: estás laborando (cuando muchos no pueden conseguir trabajo aún) y estás estudiando.
Está comprobado que un título universitario no representa nada más que el pasaje educativo que tuviste en una institución superior, más dice nada aún de tus dotes como empleado, o tus actitudes y aptitudes. Por consiguiente, no tiene ningún sentido querer graduarte rápido ya que el resultado común que lleva una persona con un excelente perfil para un buen empleo es una combinación de elementos como: experiencia, habilidades en el área, inteligencia emocional, y, claro, cualificaciones (títulos), para puestos donde la envoltura tiene peso.
En conclusión, disfruta de tu universidad. Toma materias que puedas estudiar bien en casa. Por cada materia con 3 créditos debes de estudiar 3 horas en casa semanalmente. No vayas a querer inscribir 6 materias (a menos que no trabajes), y cursa cada asignatura con el mismo deseo que tenías, como el de cuando te inscribiste. ¿Recuerdas?
